La definición más aceptada es la que define el dolor como una experiencia sensorial o emocional desagradable, asociada a una lesión tisular presente o potencial, o que se describe en términos de dicha lesión.
La clave de esta definición es la ruptura entre dolor y lesión tisular, es decir, en palabras sencillas si un paciente experimenta dolor, podemos afirmar que ese paciente sufre dolor, tenga o no un daño objetivo asociado.
El dolor, y su percepción, va intrínseco en cada persona, por ello su tratamiento precisa de una atención personalizada de cada caso. En esta línea, el objetivo del Dr. Martínez Molina es ofrecer a los pacientes un manejo completo e individualizado del dolor para conseguir mejorar su calidad de vida. Siempre con un análisis, diagnóstico y posterior tratamiento completamente personalizado.